Tres cosas interesantes nos ocupan esta
semana: La torcida de brazo de las autoridades estatales en cuanto al programa
RedQ, la posible demolición del retorno en Universidad y Tecnológico y el
cambio de sede y fecha del mensaje con motivo del primer informe de gobierno
del presidente Peña Nieto. Puras fallas.
Sobre el primer asunto: A mi parecer, salen
ganando los choferes y concesionarios, con la ayuda de los usuarios. Los
primeros no tuvieron que hacer mayor cosa y las autoridades ya dieron su brazo
a torcer por la asistencia de 100 personas a manifestarse en Constituyentes. Es
algo así como el 1 % de la población en el municipio, pero lograron que se
restablecieran 13 rutas para beneplácito de los choferes que siguen sintiéndose
intocables y que bajo ese argumento de que son indispensables seguirán haciendo
de las suyas sin que nadie los obligue a ofrecer un mejor servicio. Seguirán
cubriendo sus rutas de siempre como siempre.
Nada cambió y entonces queda comprobado el dicho “más vale malo por
conocido que bueno por conocer”. Ni una semana de oportunidad tuvo el sistema
para funcionar debidamente (con el pequeño impulso del boicot de los
conductores, claro, que no permitieron que funcionara como se suponía que lo
haría). Ni modo, se quedó en una buena intención.
Ahora, hablando del reto lanzado en twitter
por el ex alcalde Francisco Domínguez a la Comisión Nacional del Agua (Conagua)
con el tono de “demuelan el puente, a ver qué dice la gente”, debo decir que me
parece la peor muestra del charrismo mexicano. Resulta que en su gestión,
Pancho construyó el retorno sobre Av. Universidad y Tecnológico afectando el
cauce del Río Querétaro ¡sin haber pedido el visto bueno de la Comisión! Es algo así como “hago esta obra por mis
pistolas, al fin que sí se necesita y ya después a ver si se atreven a quitarle
el juguete al niño”. Y que sí se atreven… o eso amenazan. Lo que sí creo es que
debe haber alternativas de remediación y no debe entrarse en un juego de a ver
quién puede más, el retorno ya está hecho y a menos que de verdad su
permanencia implique un enorme riesgo a la población, yo supongo que debe haber
formas de quedarse con él y no echar literalmente a la basura los 8 millones de
pesos que costó. A ver si el presidente municipal Roberto Loyola se atreve a
defender una obra hecha en la administración anterior.
Ya casi acabando y en temas nacionales,
estoy sinceramente preocupada por las señales que manda el presidente Peña al
cambiar de fecha y hora el mensaje que normalmente los ejecutivos suelen dar
tras la entrega de su informe de gobierno (ceremonia, por cierto, innecesaria).
Definitivamente se esperaba que el domingo fuera un día difícil. El gobierno
capitalino suplicó cancelar los partidos de primera división que habría ese día
en el D.F. argumentando que esperaba fuertes movilizaciones y no habría
suficientes policías para controlarlas. Miedo total. Mis amigos defeños
empezaron a decirse: “si no tienes a qué salir el domingo, ni salgas”. Se
esperaba que se pusiera rudo. Con el cambio del mensaje al lunes 2 a las 10
a.m. en Los Pinos, Peña demuestra que también la veía venir. Contrario a su
estilo, preferirá un lugar más modesto y pequeño (cambió el salón de 5 mil
personas en Campo Marte por uno de mil 500 en Los Pinos), lo cual ya nos habla
de que en verdad esperaban algo choncho y mejor ahí la dejaron y lo mandaron a
su propia residencia a vanagloriarse casi casi que en privado, porque además,
seamos honestos, ¿quién va a ver el mensaje televisado a las 10 de la mañana de
un lunes? Todavía no sé bien cómo interpretarlo y creo que necesito que se
llegue el momento para ver cómo se cierra el asunto.
Y ya como pilón, porque de esto no hablé
inicialmente, está el asunto de Tonatiuh Salinas y su llegada a la dirigencia
estatal del PRI. Muchos nos quedamos con cara de “¿what?”, ‘ora sí que, como
dicen, “ni al caso”. A mi parecer, Tona
es mucha pieza para un puesto tan chiquitito. Le viene guango. Eso creo que
genera dos expectativas: o hay un plan maestro detrás de todo esto y nos van a
dar una sorpresa con alguna estrategia espectacular que escapa de nuestro
entendimiento o simple y sencillamente la idea es poco a poco sacarlo de
escena. Ya veremos, dijo el ciego.
*Publicado el 1o de septiembre en El Mosquito
**Imagen tomada de internet
No hay comentarios.:
Publicar un comentario