19 de agosto de 2007

al amigo viajero


recuerdo que aprendí a volar, aun no teniendo alas... era sólo cuestión de abrir aquella vieja maleta y dejarme llevar...
este sentimiento se ha vuelto inexplicable, nunca supe decir lo que siento, nunca aprendí a pedir perdón ni a decirte que te extraño, pero así es... siempre supuse que entendías mis silencios largos o cuando me acercaba a pedirte una canción... supuse que lo entenderías, porque nunca aprendí a hablar sinceramente, aunque siempre mis sentimientos hayan sido transparentes...
siempre puedo hablarte de los niños y de cómo va el trabajo, aunque creo que nunca seré capaz de decirte que haces falta... en fin, yo sólo quería desearte un buen viaje... esta vez me quedo yo a esperar una postal y una extensa carta donde me cuentes cómo te va y cuántas veces viste un cielo diferente... pruébalo todo, y vienes a contarme, sí???

7 de agosto de 2007

Reinvención...

Antes, a mi edad, la gente ya tenía bien claro que era lo que quería ser en la vida.
Trabajar en tal o cual departamento de la empresa, tener un segundo (o tercer o cuarto) hijo, comprar una casa, cambiar de coche...
Yo todavía no sé qué quiero de mí en la vida... no sé qué quiero en mi vida ahorita... durante mi terapia psicológica escribí y diseñé mi 'plan de vida'... y era bonito, y al día de hoy, de alrededor de 15 o 20 planteamientos que me hice no he cumplido 3... no tengo un coche, no he bajado de peso y no he podido ingresar a un posgrado...
De ahí en fuera, la gran mayoría están hechos... y eso me tiene un tanto confundida porque nunca pensé que el plan se me acabaría tan rápido... la mayoría de mis planes los cumplí a los 3 meses de haberlos escrito: encontré un trabajo (estaba desempleada en aquel entonces), además, lo encontré justo en la empresa que me había propuesto (matando con esto dos pájaros de un tiro), viajé a donde quería en diciembre, conseguí no uno, sino dos aumentos de sueldo (fue poquititito, pero lo conseguí en tiempo récord) y estoy en una ciudad diferente...
Y no estoy conforme... más bien, creo que he perdido el rumbo... así que viene de nuevo el exhaustivo trabajo de pararme frente al espejo y decirme: y ahora... ¿a dónde quieres ir?
La última vez que escribí aquí tenía aún 25 años... ahora tengo 26 (ay qué mamón suena esto) y estoy poniendo en orden mi vida...

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