14 de febrero de 2005

Gilda Hilton

me gustan mucho los regalos... es inevitable, me causan tremenda emoción...
quisiera decir que soy una persona a la que no le importan los regalos materiales, pero debo confesar que me encantan las cajitas con moño, papel brilloso y toda la parafernalia de 'abrir los regalos'.
No importa si es una bufanda, una pijama o un florero. Me gusta el hecho de saber que a alguien le importé lo suficiente como para pensar en algo... en una paleta, un chocolate o un chicle, una tarjeta o un recadito hecho en una hoja de cuaderno... me encantan los obsequios!!!!
No recibo muchos... el día de san valentín es sólo una vez al año, de mi cumpleaños muy pocos se enteran y en Navidad mi abuelita es la única que se toma la molestia. Podría esperar a que me festejen el día de las madres, pero la inversión es a muy largo plazo (tengo que esperar a tener un hijo, cuidarlo hasta que crezca, educarlo de tal manera que tenga poder economico suficiente como para no olvidar un regalito para su sacrosanta madre en su día... nah! es una opción que vale mas descartar por el momento)
Por eso es que yo creo que los regalos que me llegan los atesoro con total devoción... y los agradezco infinitamente... tengo guardados regalos que me dieron desde antes de cumplir los 10, cargo entonces con más de 13 años de papelitos, envolturas de chicle, hojas secas, boletos del metro, un vale de despensa del D.F., peluches varios, pines, broches, paletas tutsi y un rompecabezas de bolsillo.

Si alguien quiere regalarme una vitrina o un juego de repisas será bienvenido.

4 comentarios:

RmurilloV dijo...

Creo que me hizo falta un poco de talento para entender el título del blog.

Anyway, me resulta interesante que guardes de forma adoradora tantos objetos, y seguro hay una explicación psicológica para ello que debe ser, seguramente, nada alentadora.

Independientemente de ello, creo que sería interesante conocer alguna de las historias de los boletos de metro, envolturas de chicle pero, sobretodo, Tusi Pop que no te has comido (en mis manos y dentro de mi boca, alcanan sus chiclocentro de sabor antes que lo haga el Sr. Búho).

Quizá por mi tipo de memoria pero, yo prefiero tener una palabra escrita o una imágen impresa para evocar un momento/alguien, más allá de objetos que liguen ese recuerdo. No sé... me costaría mucho trabajo poder diferencias qué cajetilla, de las decenas que guardo, es la primera que compré (un 14 de febrero de 1998, by the way) y cuál fue la que me fumé cuando me desvirgaron.

Un ejemplo brutalmente absurdo, pero quiero djear claro mi punto.

Anónimo dijo...

Yo tambien tenia esa costumbre, de hecho aun sigo guardando todos los recaditos que me diste en la secundaria, pero cuando llegas a cierta edad... te das cuenta que ya no tienes lugar para meter todas las "cosillas que te dan" asi que un buen dia, hice una limpia general de las cosas que realmente me hacian recordar epocas bonitas, y pues termine tirando, envolturas, cajitas, y no se que mas tiliches que ya ni me acordaba porque estaban ahi...

Me intriga un poco eso de "explicacion psicologica nada alentadora" yo quiero saber el chisme, me cuentan??

Por cierto, sigues entregando a tus amigos tiliches de antes como las de "Gilda's Collection" ??

Alexia Lefebvre dijo...

bueno y cuentas que tus hijos tengan algún talento manual. Yo le daba regalos tan espantosos a mi mama que los guardaba en un especie de cajón del olvido dedicado a hacerlos desaparecer. Una vez, le di una construcción para guardar sus lapices hecho de TUBOS DE PAPEL DE BAÑO!!!!!

Anónimo dijo...

TE DESEO LO MEJOR EN TU VIAJE DE HOY CARACOLITA...TODO SALDRÁ BIEN...NOS VEMOS PRONTO!