3 de marzo de 2005

la fiesta de los ciegos...

… y aquí estoy, con mi aliento de guayaba y los buenos días aún pegados a las lagañas que por más que me tallé los ojos se negaron a salir de todo.
Hoy tengo ganas de contarles muchas cosas. Quiero contarles que me di cuenta que cuando no tengo puestos los lentes la gente no tiene rostro, por lo tanto, nadie es feo ni guapo, son sólo personas, eso sí, sin manos ni pies y si están muy lejos, tampoco tienen piernas ni brazos, pero ah cómo llevan colores… me alegra haberle encontrado un lado positivo a mi cuasi ceguera y les comunico que me ha dado tanto gusto que quiero hacer una fiesta.
Una fiesta de ciegos, donde todos nos tapásemos los ojos y jugáramos a encontrar el traste de la botana o a destapar las cheves sin abrir los ojos… sé qué sería muy divertido sentir las serpentinas y el confeti caer por nuestras nucas (aunque un poco extraño, acostumbrados siempre a la lluvia de colores)… y luego descubrir, divertidos, que a alguien le huele el sope, pero estar impedidos de poder determinar a ciencia cierta quién es, si el indicado hiciera mutis para evitar ser identificado (ante lo cual propondría una guerra de cosquillas, tratando de adivinar a carcajadas de quién se trata)
Después, tomaríamos un disco al azar y lo pondríamos en la grabadora (gana el que encuentre el ‘play’) y sé que moriríamos de la risa al descubrir que tomamos alguna cosa absurda de las que tengo guardadas, como el nuevo disco de Gloria Trevi (sí y qué?) o alguna cosa de los estrambóticos o yo que sé, los veinte cañonazos cumbieros del 2003…
Seguro alguien tropezaría y nos daría el susto de la noche, pero al descubrir que todo está bien, nos proporcionaría la anécdota chusca de la noche y entonces volveríamos a reír y comeríamos sándwiches cuyo aspecto no sería tan bueno como su sabor, pero finalmente nadie lo notaría y todos pediríamos más…
Luego comenzaríamos una guerra de abrazos, tan inesperados como agradecidos, y sería muy bonito poder decirnos ‘te quiero’ no viéndonos a los ojos (recordemos que somos ciegos) sino tocándonos el corazón…
Y después nos despediríamos, obligados a abrir los ojos, y la luz nos lastimaría por un momento, pero estaríamos felices de recordar cómo es el mundo de luces refractadas, aunque conservaríamos con cariño el recuerdo de la noche en que todos fuimos ciegos…

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermanita... yo tbn kiero ir a esa fiesta de ciegos =) yo tbn soy miope y ahora ke no tengo lentes... me siento mal, y con eso de ke el lunes entro a las clases d computacion... no quiero saber que va a pasar si el pizarron esta muy lejos...
Te amo! y kiero verte pronto para poder ir al rio a nadar =) y a la playa para ver como tu piel color de leche cambia de color.. y al principio queda roja como un tomate, pero despues es dorada... te extraño!
Narce

Anónimo dijo...

Primera vez que visito tu blog. Esa fiesta suena genial! Quiero participar en esa guerra de abrazos! (yo también uso lentes y si que es padre poder ver a las personas sin rostro, en esa fiesta lo haríamos y sentiríamos solo el latir del corazón de los demás)
Un beso.

Anónimo dijo...

Haste tiempo para investigar el telefono del "hospital de la ceguera".

menos blogs, mas tiempo para investigar...

¡ya extrañaba tus blogs!

&&&

RmurilloV dijo...

Hey there!

Pues me da muchísimo gusto leer que has encontrado el sentido cortazareano de la tuya desgracia: no niegas la realidad, no la evades de cualquier forma, pero inclinándote hacia el lado fatalista has logrado encontrar ese punto donde es imposible no poder disfrutar de los pesares.

Cuando uno logra llegar al punto de poder reírse de su propia desgracia, hemos subido un escalón. Cuando, además de haber llegado a ese punto se ha alzanzado el de encontrar el lado divertido dentro de la desgracia... lil' sis, nos has dejado muy abajo.

No sólo eso, has logrado conmovernos sin chantaje, very important thing.

Keep goin' wit' the good work.

Alexia Lefebvre dijo...

Welcome back Gilda. Ya extrañaba leerte.

Manuel dijo...

Me gusta tu blog!!!!

HOMBRE QUE MIRA SIN SUS ANTEOJOS
De Mario Bendetti

En este instante el mundo es apenas
un vitral confuso
los colores se invaden unos a otros
y las fronteras entre cosa y cosa
entre tierra y cielo
entre árbol y pájaro
están deshilachadas e indecisas

el futuro es así un caleidoscopio de dudas
y al menor movimiento el lindo pronóstico
se vuelve mal agüero
los verdugos se agrandan hasta parecer
invencibles y sólidos
y para mí que no soy lázaro
la derrota oprime como un sudario

las buenas mujeres de esta vida
se yuxtaponen se solapan se entremezclan
la que apostó su corazón a quererme
con una fidelidad abrumadora
la que me marcó a fuego
en la cavernamparo de su sexo
la que fue cómplice de mi silencio
y comprendía como los ángeles
la que imprevistamente me dio una mano
en la sombra y después la otra mano
la que me rindió con un solo argumento de sus ojos
pero se replegó sincera en la amistad
la que descubrió en mí lo mejor de mí mismo
y linda y tierna y buena amó mi amor

los paisajes y las esquinas
los horizontes y las catedrales
que fui coleccionando
a través de los años y los engaños
se confunden en una guía de turismo presuntuoso
de fábula a narrar a los amigos
y en ese delirio de vanidades y nostalgias
es dificil saber qué es monasterio y qué blasfemia
qué es van gogh y qué arenques ahumados
qué es mosaico y qué agua sucia veneciana
qué es aconcagua y qué es callampa

también los prójimos se arraciman
crápulas y benditos
santos e indiferentes y traidores
e inscriben en mi infancia personal
tantas frustraciones y rencores
que no puedo distinguir claramente
la luna del río
ni la paja del grano

pero llega el momento en que uno recupera
al fin sus anteojos
y de inmediato el mundo adquiere
una tolerable nitidez

el futuro luce entonces arduo
pero también radiante

los verdugos se empequeñecen hasta
recuperar su condición de cucarachas
de todas las mujeres una de ellas
da un paso al frente
y se desprende de las otras
que sin embargo no se esfuman
de las ciudades viajadas surgen
con fervor y claridad
cuatro o cinco rostros decisivos
que casi nunca son grandilocuentes

cierta niña jugando con su perro
en una calle desierta de ginebra
un sabio negro de alabama que explicaba
por qué su piel era absolutamente blanca
ella fitzgerald cantando
ante una platea casi vacía
en un teatro malamuerte de florencia

y el guajiro de oriente
que dijo tener un portocarrero
y era una lata de galletitas
diseñada por el pintor

del racimo de prójimos puedo extraer
sin dificultades
una larga noche paterna una postrera charla
síntesis de vida
con la muerte rondando en el pasillo
el veterano que trasmitía
sin egoísmo y sin fruición
algunas de sus claves de sensible

el compañero que pensó largamente en la celda
y sufrió largamente en el cepo
y no delató a nadie
el hombre político que en un acto
de incalculable amor
dijo a un millón de pueblo la culpa es mía
y el pueblo empezó a susurrar fidel fidel
y el susurro se convirtió en ola clamorosa
que lo abrazó y lo sigue abrazando todavía
la gente la pura gente
la cojonuda gente a la orientala
que en la avenida gritó tiranos temblad
hasta que llegó al mismísimo
temblor del tirano
y la muchacha y el muchacho desconocidos
que se desprendieron un poco de sí mismos
para tender sus manos y decirme
adelante y valor

decididamente
no voy a perder más mis anteojos

por un imperdonable desenfoque
puede uno cometer gravísimos errores.

DrCocol dijo...

Empesar a despertar es mas delicioso cuando llevas los ojos cerrados no necesitas ver el cielo para saber que hace un buen dia solo sentir el aire y olerlo el suelo calido la hierva bailandote en los pies o escuchar el gruñido de la panza d euna nube arrebatandote la calma avisante ahi te voy condenado , horale por no bañarce, la luz del sol tambien se siente interesante fiesta de colores que entran por todas partes menos por donde deben como unos colados que se pasan porla cocina al banquete de los demas sentidos