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Llevo ocho meses trabajando como redactora creativa para un reconocido influencer en finanzas. Aunque hasta ahora todo el trabajo había fluido de manera sencilla y prácticamente sin errores, las últimas dos semanas han sido de un completo desatino en mis propuestas, lo que ha generado muchas correcciones y re-trabajos. La pregunta que me hizo mi cliente al abordar el tema fue: "¿Qué pasó?" Y en el momento, la única respuesta en mi cabeza era: "No lo sé."
Si todo marchaba bien y de pronto las cosas no parecen cuajar sin razón aparente, ¿qué puedo hacer? Quizá esto es frecuente para quienes nos dedicamos a trabajos creativos, los llamados "baches" o "sequías", pero ¿cómo afrontarlos? Con un plan de mejora. ¿Y qué debemos incluir en él?
1. Comunicación:
Es crucial que tu cliente tenga la apertura para decirte cómo se siente con tus servicios. En lugar de darme las gracias, mi cliente supo que puede acercarse a mí y decirme que necesita ajustes. Mi reputación me precede y gracias a que en el pasado tuvimos excelentes resultados, fue posible para él darme el espacio para la retroalimentación porque, además, sabe que tengo la apertura para recibirla y atenderla. Siempre, siempre, siempre escucha.
2. Métricas:
Lo que no se mide, no se mejora. Me ha sido muy útil llevar un registro de qué produzco, en cuánto tiempo y los alcances que tuvo mi contenido. Personalmente, me sirve como un termómetro de la penetración de mis mensajes y me ayuda a hacer ajustes con prontitud.
3. Creatividad con Estrategia:
La creatividad no es magia; se cultiva todos los días. ¿Qué hacer? Ahí sí hay completa libertad para apropiarse de las técnicas que a uno le resulten más útiles. A mí me sirve mucho investigar en fuentes diversas, hacer juegos de roles, hacer lluvias de ideas en papel (verlas escritas me ayuda mucho), darme unos minutos para hacer cosas creativas como dibujos o diseños, escuchar música y tener un gran sentido del humor... lo que sea para aceitar la máquina y que fluya lo que tenga que fluir. Eso sí: con la conciencia de que el resultado debe alinearse con el objetivo planteado en un principio.
4. Reflexión y Autoevaluación Regular:
Tomarse el tiempo para reflexionar sobre tu trabajo de manera regular puede proporcionar ideas sobre patrones y áreas de mejora. Dedica unos minutos al final de cada semana para revisar tu trabajo, identificar lo que salió bien y señalar lo que podría mejorarse. La autoevaluación ayuda a reconocer tus fortalezas y debilidades, permitiendo un crecimiento continuo.
5. Desarrollo Profesional:
Invertir en desarrollo profesional puede romper los baches creativos. Asiste a talleres, lee libros relacionados con la industria y participa en seminarios web. Ampliar tu conocimiento y habilidades puede inspirar nuevas ideas y perspectivas, mejorando tu producción creativa.
Los baches creativos son una parte natural de cualquier profesión creativa. La clave es tener un plan para navegar a través de ellos de manera efectiva. Comunicación, métricas, creatividad estratégica, reflexión regular y desarrollo profesional son herramientas esenciales para superar estos desafíos.
¿Y tú, qué haces para salir del bache creativo? Me encantará leerte. Sigue mi perfil en LinkedIn para más ideas y consejos sobre cómo dominar el arte de la redacción creativa. ¡Sigamos creciendo e inspirándonos mutuamente!
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