26 de junio de 2024

Cómo Vencer la Procrastinación y Encontrar Inspiración como Copywriter: Mis Estrategias Personales


Tienes un deadline encima, tu cliente no puede esperar más y tú tampoco, pero simplemente las palabras no salen.

Escribes algo, pero la verdad, suena mecánico, robótico, nada especial. Buscas algo para tomar, para comer, para leer y empiezas a evitar enfrentarte al teclado y a la pantalla.  

¿Te ha pasado? 

A mi sí, y con mucha frecuencia. A veces, simplemente no puedo vincularme como me gustaría con el contenido que tengo que escribir. ¿Cómo invocar entonces a la musa de la inspiración?

No puedes esperarla para siempre, pero puedes atraerla. No es fácil, pero se puede, ¿quieres que te diga cómo lo hago?

Te cuento:

Primero, trata de establecer tus rutinas creativas.

¿Cómo lo hago yo? Dedico tiempo específico cada día para trabajar en mis contenidos. Este horario es sagrado y lo respeto como cualquier otra reunión importante.

Creo un ambiente propicio para la creatividad: música, iluminación adecuada, y un espacio libre de distracciones. Y, claro, café con mis snacks favoritos. 

Establecer una rutina ayuda a entrenar tu cerebro para estar en modo creativo en momentos específicos, lo que reduce la resistencia a empezar.


Segundo, me entrené para buscar inspiración en lo cotidiano.

¿Cómo? Observo mi entorno y tomo notas de cosas que me llaman la atención. A veces, una caminata por el parque o una conversación con un amigo puede desencadenar una gran idea. Utilizo aplicaciones como Evernote o incluso notas en mi agenda para capturar ideas en el momento en que surgen.

La inspiración puede venir de cualquier lugar. Mantenerse atento a lo que ocurre a tu alrededor puede proporcionar una fuente constante de ideas frescas.


Mi tercer paso es hacer brainstorming y mind mapping.

¿Y cómo funcionan? Utilizo técnicas de brainstorming para generar muchas ideas sin juzgarlas de inmediato. Todo cabe; no importa qué tan disparatada suene una idea, esta tiene lugar en este momento. ¿Madonna montando un capibara? ¡Venga!

También creo mapas mentales (mind maps) para explorar diferentes ángulos de un tema y encontrar conexiones que no había visto antes. Me encanta; este es el principio de la innovación. 


Estas técnicas ayudan a liberar la creatividad y a encontrar nuevas perspectivas, lo que puede hacer que el proceso de escritura sea más fluido y menos intimidante. Ya no necesitas escaparte a la “importantísima” tarea de acomodar por colores todos tus plumones. 


Y otro paso que resulta vital y que me motiva a cumplir mis deadlines es registrar mi progreso de manera gráfica. Me encanta ver cuánto voy avanzando y lo mucho que puedo avanzar en mis proyectos. ¡Nada como llenar casillas en mi calendario y, luego, marcar cada espacio como “HECHO”! Ufff. La gloria. 

Actualmente estoy usando Asana para organizar y seguir el progreso de cada tarea, aunque también me ha funcionado hacerlo en un Google Sheet. Poner todo en verde me place mucho, mucho.

Llevar un registro visual de tu avance reduce la sensación de abrumamiento y hace que sea más fácil comenzar (y terminar, me consta).


La procrastinación y la falta de inspiración son retos comunes para muchos copywriters, pero no son insuperables. Con estas estrategias personales, he aprendido a atraer a la musa de la inspiración y a mantenerme productiva. Establecer rutinas creativas, buscar inspiración en lo cotidiano, hacer brainstorming y mind mapping, y registrar el progreso de manera gráfica han sido claves para mí.


Al final del día, la creatividad es un músculo que se fortalece con práctica y disciplina. No siempre es fácil, pero cada pequeño paso cuenta. Te animo a probar estas técnicas y a adaptarlas a tu propio estilo y ritmo de trabajo.


Y tú, ¿tienes alguna estrategia que te funcione? ¡Me encantaría conocerla! Comparte tu experiencia en los comentarios y sigamos aprendiendo juntos. No olvides seguir mi perfil para más consejos y contenido relacionado.


8 de junio de 2024

Superar los Baches Creativos: Estrategias Efectivas para Copywriters

English version here


Llevo ocho meses trabajando como redactora creativa para un reconocido influencer en finanzas. Aunque hasta ahora todo el trabajo había fluido de manera sencilla y prácticamente sin errores, las últimas dos semanas han sido de un completo desatino en mis propuestas, lo que ha generado muchas correcciones y re-trabajos. La pregunta que me hizo mi cliente al abordar el tema fue: "¿Qué pasó?" Y en el momento, la única respuesta en mi cabeza era: "No lo sé."

Si todo marchaba bien y de pronto las cosas no parecen cuajar sin razón aparente, ¿qué puedo hacer? Quizá esto es frecuente para quienes nos dedicamos a trabajos creativos, los llamados "baches" o "sequías", pero ¿cómo afrontarlos? Con un plan de mejora. ¿Y qué debemos incluir en él?

1. Comunicación:

Es crucial que tu cliente tenga la apertura para decirte cómo se siente con tus servicios. En lugar de darme las gracias, mi cliente supo que puede acercarse a mí y decirme que necesita ajustes. Mi reputación me precede y gracias a que en el pasado tuvimos excelentes resultados, fue posible para él darme el espacio para la retroalimentación porque, además, sabe que tengo la apertura para recibirla y atenderla. Siempre, siempre, siempre escucha.

2. Métricas:

Lo que no se mide, no se mejora. Me ha sido muy útil llevar un registro de qué produzco, en cuánto tiempo y los alcances que tuvo mi contenido. Personalmente, me sirve como un termómetro de la penetración de mis mensajes y me ayuda a hacer ajustes con prontitud.

3. Creatividad con Estrategia:

La creatividad no es magia; se cultiva todos los días. ¿Qué hacer? Ahí sí hay completa libertad para apropiarse de las técnicas que a uno le resulten más útiles. A mí me sirve mucho investigar en fuentes diversas, hacer juegos de roles, hacer lluvias de ideas en papel (verlas escritas me ayuda mucho), darme unos minutos para hacer cosas creativas como dibujos o diseños, escuchar música y tener un gran sentido del humor... lo que sea para aceitar la máquina y que fluya lo que tenga que fluir. Eso sí: con la conciencia de que el resultado debe alinearse con el objetivo planteado en un principio.

4. Reflexión y Autoevaluación Regular:

Tomarse el tiempo para reflexionar sobre tu trabajo de manera regular puede proporcionar ideas sobre patrones y áreas de mejora. Dedica unos minutos al final de cada semana para revisar tu trabajo, identificar lo que salió bien y señalar lo que podría mejorarse. La autoevaluación ayuda a reconocer tus fortalezas y debilidades, permitiendo un crecimiento continuo.

5. Desarrollo Profesional:

Invertir en desarrollo profesional puede romper los baches creativos. Asiste a talleres, lee libros relacionados con la industria y participa en seminarios web. Ampliar tu conocimiento y habilidades puede inspirar nuevas ideas y perspectivas, mejorando tu producción creativa.


Los baches creativos son una parte natural de cualquier profesión creativa. La clave es tener un plan para navegar a través de ellos de manera efectiva. Comunicación, métricas, creatividad estratégica, reflexión regular y desarrollo profesional son herramientas esenciales para superar estos desafíos.


¿Y tú, qué haces para salir del bache creativo? Me encantará leerte. Sigue mi perfil en LinkedIn para más ideas y consejos sobre cómo dominar el arte de la redacción creativa. ¡Sigamos creciendo e inspirándonos mutuamente!

14 de mayo de 2020

18 de abril de 2017

No somos nada...

Todavía me dueles, aunque la verdad, ni siquiera está claro por qué.
No fuimos nada... y a lo mejor eso es lo que me duele porque entre tú y yo no hubo una verdadera relación. Y eso que compartíamos gustos... supongo que también me duele que te quedaras con algunos de mis discos, aunque se compensa porque todavía tengo algunos que fueron tuyos.
No fuimos nada, pero compartimos juergas, noches, secretos... me contabas tus cosas, te acompañé en ese específico momento difícil, me enseñaste tu visión del mundo, compartimos el amor a la música, a las risas simples...
Pero no me dijiste adiós... y eso me duele, porque jamás pensé que tendría que dejarte ir para siempre. Porque se queda la espinita y, no sé, me imaginaba que algún día... pero no. Ya no. Y eso me duele. Me he encontrado algunas veces llorando tu ausencia, porque he visto a alguien que se parecía a ti, porque he escuchado tal o cual canción, porque me reencontré con tus amigos que después se hicieron míos, porque le hablo a tus fotos... a la única foto que tenemos juntos. Y sí, me duele, porque no vas a saberlo nunca, porque no nos despedimos, porque no te abrazaré ya más.

10 de abril de 2017

Por el momento

El teléfono me indica la temperatura de una ciudad en la que no estoy. La marca porque allá estás tú: 28 grados máxima, dice, pero sé que miente porque, al menos en tu cama, hace un frío insoportable. Sufrimos del mismo mal, un congelamiento crónico, pese a los esfuerzos del cambio climático por hacernos sentir una onda de calor inusitada.
Tal condición sólo se corrige un poco y momentáneamente cuando de vez en vez, cada que las circunstancias lo permiten, nos enviamos un furtivo mensaje que nos coloca sobre falsas brasas que solo nos hacen arder para después sentir un frío peor que el de antes. Como prender una fogata incendiando una botella de alcohol.
Ante esto, la imaginación se ha vuelto la mejor cobija: tus ojos, tu voz, tus manos, tu aroma... Los recuerdos de una historia condenada a ser furtiva desde sus inicios. "¿Quién me manda?", me reprocho, pero también sonrío porque, de no ser así, sería como cualquier otra tonta historia. Sería igual de aburrida que la que vivo justo ahora.
Por eso ha sido soportable esta absurda distancia, la que hay contigo y la que hay con quien está junto a mí; por eso he aprendido mil y un formas de explorarte desde lejos; por eso las palabras son, por el momento, nuestro mejor aliado. Y siempre es esa la parte más sexy de todas: decir con plena conciencia "por el momento".