Inicio con una premisa: me cagan los emos. No me gusta su música ni su forma de vestir. Ni siquiera sé si tienen una ideología o no. Pero a pesar de ello, de que no me caen bien y que no comulgo con su manera de ver el mundo, repudio totalmente la convocatoria del fin de semana pasado a una 'cacería' de emos en las calles del centro de Querétaro.
Un movimiento radical, de orígenes según ellos punk y metaleros, que tenía como premisa "recuperar los espacios que habían sido invadidos" por los chicos emo. Una mierda. Todo ese discurso es basura fascista. Se quejan de que no hay libertad y los primeros en poner el desorden y en encabezar acciones de represión son los supuestos miembros de los grupos contraculturales. Es una lástima que se escuden en una ideología (cuya solidez cuestiono) para agredir.
Creo firmemente que todos tenemos derecho de pensar lo que queremos, el que quiera ser metalero, punk, emo, fresa, gay, religioso, ateo, borrego, panista, priista, villamelón, americanista o chiva... que lo sea. No podemos negarle ese derecho a nadie. Lo que sí no podemos tolerar es que se convoque a la violencia contra otro grupo sólo porque piensa diferente. De plano no se vale. Es una acción cobarde salir a las calles escudados en el anonimato de la multitud (se dice que a la convocatoria respondieron alrededor de 3 mil 500 personas) y golpear a otros jóvenes, de tu edad, de tu país, de tu ciudad, sólo porque escuchan una música que no te gusta, porque se visten distinto, porque no piensan como tú. Que pocos huevos.
Ya termino, porque la verdad en lugar de un post me quedó un sermón (guácala...) pero dejo manifiesto mi coraje, mi enojo, las náuseas que me provoca encontrarme con esto en las noticias. Qué asco.